Portal de entrada al Parque de Montserrat
Si disfruto conduciendo es por las veces que me "pierdo", lo que me lleva a descubrir lugares desconocidos, ocultos, por explorar. Hace unos días, regresando a casa de una reunión de trabajo en Manresa, un bello edificio que parecía un castillo llamó mi atención.Tomé la salida y no hubo manera de acceder, las indicaciones no me llevaban a ningún lado, pero eso no me detuvo. Seguí el camino bajo una tormenta impresionante, de esas que a veces caen cerca de la Montaña de Montserrat y decidí seguir a ver si encontraba algún lugar para parar.
Ese lugar se llama Marganell, un pueblo idílico, de un verde espectacular, rodeado de vegetación, de naturaleza y de paisajes espléndidos, con la figura impertérrita de Montserrat. La tormenta comienza a aflojar y en mi camino se cruza una pequeña tienda que sobresale entre la carretera y el paisaje, y decido parar. Me sorprende pensar que Barcelona está a unos 40 km como mucho.