Madraza de Ben Youssef

Creada alrededor de 1570 por los almorávides. Era una escuela muy importante que llegó a tener a más de 900 alumnos en estas pequeñas celdas que ahora puedes visitar. Los niños pobres, que llegaban del campo, y sus padres mandaban más que todo para que tuvieran una comida caliente cada día y aprendieran a leer, vivían en los cuartos detrás, sin ventana. Los cuartos que puedes visitar ahora, más bien son celdas muy pequeñas, donde vivían dos o tres estudiantes a la vez. Las que dan hacia el patio central eran para los más ricos. En un par de ellas, han reconstituido lo que era la celda, con el necesario de la vida diaria del estudiante.

La Madraza Ben-Youssef es el monumento histórico que más me gustó de Marrakech y creo que no os lo podéis perder si pasáis por esta bonita ciudad magrebí.

Se trata de una antigua escuela coránica con capacidad para 900 estudiantes en la que el tiempo se repartía entre la oración y el estudio del libro sagrado. El edificio es impresionante y es un claro ejemplo de arquitectura árabe-andaluza: Un gran patio con un estanque central, columnas macizas, arcos con adornos en yeso, mosaicos de zelliges…la sala de oración y sus columnas de mármol, el estanque para las abluciones…

En el primer piso podréis visitar las numerosas celdas donde vivían los estudiantes.

Ya que Marrakech no es una ciudad rica en monumentos para ver, vale la pena entre callejeo y callejeo, visitar alguno, y este es de los que no os debéis perder, es una escuela coránica que fue fundada por el sultán Abou el Hassan en el siglo XIV. Sin embargo, fue totalmente reconstruída por los saadíes, quienes dejaron una mayor muestra de su arte y arquitectura en la misma. Los edificios están hechos de madera de cedro con estuco y azulejos de colores. Creo que es la más grande de todo Marruecos.
Es muy curioso imaginarse como vivían los estudiantes en las miniceldas, creo que tiene alrededor de 130 y que llegó a alojar a 900 estudiantes.

Se trata de un edificio tan extraordinario que es difícil describirlo con palabras. La madraza era una escuela de teología fundada en el siglo XIV, y fue el mayor centro de estudios coránicos del norte de África en su momento.
Se trata de un lugar de una enorme belleza que a uno le deja sin palabras nada más entrar y mirar arriba para admirar las cúpulas de artesonado de madera de cedro y los balcones con mamparas de celosías. El patio, con un aljibe en el centro que susurra con un constante murmullo de agua, está rodeado de joyas de la época andalusí de colores, mosaico y estuco con letras entrelazadas con hojas y nudos.

Caminando por el zoco nos topamos con la Madraza Ben Youssef. Es un momumento impactante, tanto como lo podría ser el alcázar de sevilla o los palacios nazaríes de granada.

La madraza era una escuela de alto prestigio al estilo universitario, donde se enseñaba teología, derecho coránico, lengua y literatura árabes, astronomía y matemáticas.

Al entrar accedemos directamente al patio principal, en el que se encuentra el estanque, y de allí se accede a las diversas salas de estudio. Pudiendo subir al primer piso en el que las ventanas dan al patio principal.

Esta es otra de las visitas imprescindibles de Marrakech, una preciosa edificación plagada de detalles y grabados en cada uno de sus rincones tanto exteriores como interiores. La madasa, la que fue una de las más importantes del norte de África siglos atrás, fue paso de muchos estudiantes del Coran que hicieron vida allí. En el puedes encontrar reconstruidas algunas estancias con todo el mobiliario tradicional y diversos elementos que allí utilizaban sus estudiantes.

Se encuentra justo al lado del Museo de Marrakech y es posible adquirir una entrada para visitar ambos por un precio reducido.