Movido y colorido mercadillo en un día frío y nublado
Si bien es cierto anduve por aquí el 24 de mayo del pasado año, es decir plena primavera en España, el frío, el viento y la intermitente lluvia que me perseguía por esos días daba poco y nada de tregua.
Mi vista a esta preciosa e histórica ciudad que mantuvo durante muchísimos años un incesante flujo comercial con el nuevo mundo y de cuya importancia me informara cuando visite el Centro de Interpretación Oratorio “San Felipe Neri” , no frenó mi entusiasmo por el recorrido y el estado del tiempo no logró que menguase demasiado la cantidad de gente que circulaba por allí averiguando precios, tomando fotografías del edifico de “Mercado Central de Abastos”, comprando frutas, verduras, hortalizas y gran cantidad de plantas con flores para jardines, patios y balcones, además del infaltable romero, ”romerito de la buena suerte”.