Si el puerto de Mopti es el lugar en el...
Si el puerto de Mopti es el lugar en el que las mercancías llegadas desde diversos puntos del país se agolpan esperando ser descargadas, el Mercado, situado a escasos metros es su continuación natural ya que en sus cientos de tenderetes parte de esa carga llegada a bordo de las pinazas que recorren el Níger día tras día será vendida o simplemente cambiará de manos producto del trueque que aún hoy se practica en estas latitudes.
La pequeña Babel formada por los cientos de personas que arribaban a Mopti en atestadas pinazas y que observábamos como meros espectadores desde la terraza del bar “Bozo” se convierte en una colorista y multirracial marabunta humana que nos envuelve cuando caminamos por las calles del mercado.
Desde el interior del delta del Níger han llegado hasta Mopti, la gran capital del comercio y el intercambio, gentes pertenecientes a las etnias más diversas: Dogones, songais, peuls, bozos, bambaras y sorkos; diferentes culturas que convergen en esta ciudad formando un mosaico cultural, económico, étnico y colorista que forma parte del espíritu de la ciudad, un espíritu abierto, cosmopolita, respetuoso, vital y radiante.
Deambulando por el mercado encontraremos una gran variedad de mercancías: Pescado seco, pescado fresco, frutas, verduras, te, baratijas, telas, ropa occidental, mantas, blusas, turbantes, sandalias, joyas, pendientes, pulseras, esencias aromáticos, especias, cabras, ovejas, gallinas, camellos, motos, piezas de motor….
De nuevo nos invaden viejas sensaciones que nos recuerdan otros grandes mercados africanos: Aroma y sabor, color y alegría, bullicio y actividad frenética; estamos en África, no cabe duda….
Una obligación, regatear, un consejo, paciencia contra el persistente “acoso” de los vendedores y sobre todo si tenéis intención de comprar, llevar preparados billetes pequeños, el mercado es un lugar muy seguro pero la ostentación siempre es una atracción para los amigos de lo ajeno, que los hay, como en todas partes….


