Mercado de la Esperanza

Casi todas las mañanas en la parte de atrás del Mercado de la Esperanza (tras el Ayuntamiento de Santander) se pone un mercadillo que, según el día, es o de frutas y verduras o de ropas y utensilios varios. Un lugar colorido y auténtico donde los productos tienen precios populares.

Aunque el de ‘ropas y utensilios varios’ no tiene gran cosa destacable, para mi gusto si lo tiene el de comida. Aquí podrás encontrar un sin fin de productos de la tierra, de Cantabria y de otras regiones de España, frescos. Prácticamente venidos de la huerta al puestillo y, me atrevería a decir, que al mejor precio del mercado.

Todo el mundo sabe lo bien que se come en Cantabria, pero todo sabe aún mejor tras una visita al Mercado de la Esperanza, situado detrás del Ayuntamiento, en pleno centro, lo que anula cualquier excusa para no acercarse.

De antigua factura, todavía sobreviven muchos puestos en ambas plantas del mercado. La de arriba, prácticamente abierta todos los días, despacha fiambres, carnes, verduras y conservas, con lo que el espectáculo visual y fotográfico está asegurado

En la de abajo se sitúan exclusivamente las pescaderías, con lo que el movimiento es mayor que en la planta de arriba, aunque sólo sea en los estantes, donde los cangrejos y familiares se menean gracias a la frescura que aún conservan. Eso sí, esta planta está cerrada y desierta los lunes, ese aciago día para todos los mortales, pero especialmente para los amantes de los productos marinos.

Este mercado se encuentra en pleno centro de Santander, frente a la iglesia de San Francisco. Es un edificio modernista, construido en torno al año 1900 sobre los restos de un antiguo convento franciscano, y recientemente rehabilitado por el Ayto. La fachada es de piedra, y la estructura del edificio es de hierro y cristal.

En su interior contiene 166 puestos de venta de alimentación, principalmente carne y pescado. Es un mercado de abastos. En la plaza que rodea este mercado

Me encantó visitarlo. Cada puerto tiene un pescado autóctono, que no ves en otras regiones. Curioso. Esa abundancia a ambos lados es para dejar el jornal en la cesta.
Fuera se ponen tenderetes de verdura, también muy recomendables.