sala2500
Mercado de Nanchang
El mercado de Nanchang era interminable, una maraña de calles repletas de puestos de comida, de regalos, de animales, de manualidades y...., un sin fin de cosas.
El sol apretaba y parecía que eso gustaba. Las chicas con paraguas, la gente en parejas y en famila, los tenderos que vendían de formas inverosímiles a los ojos de los europeos, con altavoces, con música y hasta bailando, y yo, flipando en colores con todo lo que allí estaba viendo; lo mejor fué que por primera vez en China me encontarba suelto entre aquellas gentes, los chinos aunque un poco fríos al principio son muy buena
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