LOURDES ALIS
realidad
Soy de buen comer, y como en la calle siempre y cuando vea que el "restaurante" o stand callejero tiene movimiento, giro, clientes... he comido en mercados de muchas ciudades asiáticas con verdadero placer, y, además, el viaje a Myanmar fué, sin duda, el mejor de mi vida (no son pocos). El único PERO fué la comida. Comida supercocida, oscura, arenosa, sin sabor (excepto el picante, y conste que disfruto con él) . La única comida buena que comí en Myanmar la tomé en una escala yendo a Kyaikitio: el más delicioso pato asado que he comido nunca. Del resto del viaje recuerdo mucho la comida...como incomestible.
Tuve suerte de las partaditas de pan (chino) que iba comprando en las calles y consumiendo inmediatamente.En los mercados, entre ellos el de Mandalay, y tampoco en los restaurantes y hoteles sencillos, no valía nada , ni la china ni la del país.
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