Navidad para los Cinco Sentidos
Un año más, en lo que ya se ha convertido en tradición, El Guisante Verde Project ha viajado a los mercados navideños. Esta vez la elegida ha sido Budapest. En nuestra tercera visita a esta ciudad, la primera que hacemos en diciembre, hemos tenido, además, la fortuna de verla nevada, con lo que la experiencia ha sido fantástica.
Budapest es una ciudad que sorprende al recién llegado por su arquitectura, sus dos ciudades, museos, baños..., pero ya hablaremos de todo eso en otros rincones. Ahora nos centramos en los mercados.
Se encuentran repartidos por varios puntos de la ciudad, y son de pequeño tamaño. El más grande y animado es el ubicado en la céntrica plaza de Vörösmarty, la misma donde se encuentra el emblemático café Gerbaud. Han utilizado la fachada del edificio para recrear un Calendario de Adviento, que todos los días, sobre las cinco de la tarde levanta la persiana del día que corresponde en un acto que comienza con música. En uno de los balcones del edificio un grupito de músicos anuncia el cambio de día. A continuación un juego de luces va recorriendo aleatoriamente los números hasta detenerse en el que será eliminado del calendario, y deja al descubierto un fragmento de una pintura contemporánea. Es muy original.
Tampoco falta el tradicional árbol de Navidad, lleno de luces y bolas, que cierra uno de los lados de la plaza. Para aquellos que han visitado otros mercados navideños, especialmente en Alemania, puede que les resulte algo más pequeño. No obstante, está muy animado, y tiene todo lo necesario para disfrutar de las compras y del ambiente.
Música tradicional húngara, danzas, en directo sobre un escenario habilitado en uno de los extremos de la plaza. Auténticos restaurantes de comida típica, mesas y bancos corridos, (sin estufas, así que es recomendable ir bien abrigados), y una gran cantidad de puestos donde hemos encontrado objetos muy distintos a los que habíamos visto en otros lugares. La calidad de la artesanía húngara, en cerámica, tejidos, madera o vidrio es algo que ya conocíamos y aunque ya no podemos comprarla a los precios de antaño, sigue siendo una compra con una gran relación calidad-precio.
Otros mercados se encuentran junto a la Plaza de los Héroes, y también a media altura en la fantástica avenida de Andrassy, aunque en las oficinas de turismo, y también en la de la plaza de Vörösmarty encontraréis completa completa.
Recorrer los puestos con una taza de vino caliente, o de ponche, en una mano y un buen trozo de Kürtós Kalács en la otra es la mejor manera de meterse de lleno en la Navidad. Todavía estáis a tiempo.
Un poco más sobre estos mercados, en nuestra entrada:
Budapesti Karácsony
'https://www.guisanteverdeproject.com/2010/12/budapesti-karacsony.html'


