Este mesón se encuentra en el centro de ...
Este mesón se encuentra en el centro de Zamora, muy próximo al Castillo y a la Catedral. Realmente aparecí en él por casualidad, ya que se hizo la hora de comer y éste establecimiento me pilló a mano, pero no le encontré nada de especial para recomendarlo.
A la entrada hay una zona de bar-cafetería, con una pantalla gigante de televisión, y unas cuantas mesas, habilitadas también como comedor. El comedor como tal, se encontraba al fondo del local, pero es pequeño y estaba a tope, así que nos acomodamos fuera.
Me pareció un sitio "de batalla", ya que sobre la mesa la única carta que había era la típica media cuartilla plastificada con algunas raciones y platos combinados. A mediodía no se podía pedir nada, salvo el menú del día. La comida era casera cien por cien, pero con nula presentación. Había 3 primeros, 3 segundos y 3 postres a elegir, y los platos eran muy corrientes. Íbamos dos personas, y lo que pedimos fue: Menestra, arroz con chorizo (creo que lo llamaban "a la zamorana"), lomo de cerdo, y ternera guisada; de postre flan casero.
La comida no estaba mala, pero comimos como si hubiera cocinado yo en mi casa, o sea, nada en especial. Eso sí, servían muy rápido. Pagamos 10€ por persona, que si bien no me pareció caro, por ese precio he comido mucho mejor en otros lugares. Así que mi opinión general es que ir a este mesón es para salir del paso, sin más.