Mezklum Tech Restaurant

En pleno centro de Madrid, muy cerquita de la plaza de Santa Ana, está el Mezklum.

El restaurante es muy bonito, todo en tonos blancos y muy grande. En mi caso fui con una reserva de 6 personas, pero creo que no hacía ni falta porque es tan grande que siempre hay sitio.

La comida pff, no sé por donde empezar. Cuando llegas te ponen una especie de bola de helado que engaña, porque es queso azul con tostadas. Así, para empezar fuerte.
De entrantes nos decantamos por ensalada césar, croquetas de boletus y foie. ¡¡Me quedo con las croquetas!!

Los segundos eran más variados. El mío era una hamburguesa de salmón con salsa de puerros. Bueno, bueno, no tiene nada que envidiarle a una hamburguesa de carnaza.

Desde fuera se presupone muy elegante -que lo es- pero parece pequeño. La entrada es muy alargada, por eso esa sensación, pero según te vas adentrando ves que es realmente grande. A pesar de eso, no te confíes porque está siempre lleno, así que mejor reserva si quieres cenar antes de las 00.00.

La decoración está muy cuidada. Todo en tonos blancos y con diseños muy modernos. Tienes zonas algo reservadas con una mesa grande para celebrar algo con amigos o familiares, otras más pequeñas para ir con tu pareja, y bancos para ir cuatro o cinco personas. Todas las opciones tienen cabida. También hay camas para una cena original. Si esta opción te gusta, también la tienes.

Estuvimos el pasado 20 de enero de 2018 unos amigos y no lo recomiendo para nada. Teníamos la reserva a las 21.30 llegamos puntuales, tardaron mucho en atendernos y para colmo faltaban 7 platos de la carta.
Pedimos de segúndo solomillo de buey con foie, la carne era aceptable pero el foie era paté a la pimienta ( baratero), y los postres no recomiendo ninguno de los 5 que pedimos.

Comida excelente y abundante.

Estuve hace poco cenando con unos amigos. Entramos por un pasillo lleno de plantas y mobiliario vintage. Parece pequeño cuando entras, y luego tienes mil rincones a cada cual más bonito. Nos encantó la gran variedad de platos que tiene y un precio perfecto. Y si eres alérgica a algo, te ayudan a poder elegir los mejores platos o te los hacen separados a los demás para no contaminarlos. Nos encantó el trato del personal, muy cariñosos con nosotros.

Ayer me invitaron a cenar(los hay con suerte) en el restaurante Mezclum en el barrio de las letras (Huertas) de Madrid.

Desde la calle el local ya llama la atención, en mi caso para mal, el encargado de diseñar la entrada le robó las bombillas del camerino a Sara Montiel y las puso formando las letras del local, al menos llama la atención que supongo que es lo que pretendía.

Una vez dentro hay que recorrer un largo y blanco pasillo para llegar a la mesa donde te espera el maître para acomodarte. Supongo que el restaurante antes era una discoteca, por la distribución del mismo, la larga entrada y lo laberíntico del lugar.