Lo siento por las personas que tenéis reservado este hotel.
Para nosotros fue una mala experiencia, era la última noche que pasábamos en New York y mi capricho era este hotel. Sinceramente no merece pagar tanto por la atentención, servicio, ayuda, y ante todo simpatía que dan.
Son empleados que no tienen ganas de ayudar al huésped. Nosotros llegábamos del vuelo de Rivera Maya cansados, traslado en Uber largo. Y sólo queríamos que nos atendiera alguien con una pequeña sonrisa... pues nada, no la hubo.
La habitación pequeña, cama pequeña, esosi muy blanco todo..... la ducha no tiene para poder bajar la alcachofa y yo que soy pequeña lo pase realmente mal para ducharme.