Lonifasiko
Curva y mirador natural al valle de la Artiga de Lin
La pista forestal que va desde Vielha/Gausac a la Artiga de Lin está llena de sorpresas. Si al de nada se pasa por la balconada del Mirador de Betlan, de allí a muy pocos kilómetros, la pista deja atrás por un momento el frondoso bosque de Baricauba y sale a un luminoso claro, con orientación norte. En este punto despejado, la pista efectúa una curva a izquierdas de 90 grados, habiendo en la misma curva, una especie de pequeña caseta eléctrica y varias señalizaciones de madera con indicaciones de rutas de senderismo. La curva es bastante pronunciada y peligrosa con lo que si se va en coche, conviene dejarlo bien arrimadito en la esquina, para evitar sustos.
Como decía, este punto va más allá de una mera curva, siendo en realidad un punto bastante conocido a nivel de senderismo en la Val d'Aran, ya que ejerce de punto de referencia, y descanso, de algunas rutas de senderismo, entre ellas, de la que sube de forma muy pronunciada desde la zona de Es Bordes. Por tanto, para el senderista que alcanza este punto, además de descanso, este paraje es una especie de "premio", ya que ofrece unas vistas magníficas sobre el circo de la Artiga de Lin e inmediaciones del Aneto-Maladeta.
Llegues caminando o llegues en coche, es "obligatorio" cruzar la carretera y subir al verde prado que bordea la curva, desde allí, las panorámicas, mires donde mires, impresionan. Significar que este rincón no tiene ninguna estructura artificial creada por el hombre que le dote del carácter de mirador al que estamos acostumbrados, es simplemente un mirador natural ubicado en una ladera, en un claro del bosque de Baricauba. Aunque no he podido documentarme en ningún sitio, quiero pensar que en el nombre de "Ròca de Sèrra" tiene algo que ver una piedra bastante grande que corona el prado, pero bueno, no os toméis esta deducción en serio porque es totalmente de cosecha propia ;-).
La panorámica más espectacular es sin duda la que mira al Circo de la Artiga de Lin, dirección sureste; abajo, el oscuro y frondoso valle que sube hasta la Artiga de Lin, y arriba, las cumbres que forman el circo, que no andan muy lejos de los 3000 metros, con mucha vegetación hasta cierta altura, y con mucha roca en la parte final. Si bien me comentaban que no se ve el Aneto desde aquí, en la parte derecha se ven montañas bastante próximas a la mítica cima, siempre con zonas de nieves perpétuas.
Ojo, esa vista es la "típica" estampa de este paraje, pero tampoco tiene desperdicio mirar hacia el cauce natural, moldeado por el río Garona, de la Val d'Aran, donde se ven valles y montañas colindantes al valle, muchas de ellas, lindando con el vecino país.
Resumiendo, que este sitio no es una simple curva, es un mirador natural que merece la atención, y parada, de todo viajero, que caminando o en coche, pasa por aquí y quiere enamorarse de las montañas del circo de la Artiga de Lin.
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