Mirador San Blas

Cuando se omite la iglesia de San Blas, uno puede toparse con el mirador del mismo nombre. Inevitable si queremos ofrecer una de las mejores vistas de la ciudad. Alrededor hay hippies que venden sus creaciones artísticas y tocan música, pero también hay pequeños hoteles que íbamos a reservar una noche sólo por el placer de despertar con una vista impresionante sobre el Cuzco.

El barrio de San Blas es posiblemente el que más nos gusta de todo Cuzco. Calles estrechitas, tranquilidad y comercio de artesanía por todas partes. Su mirador, que seguramente esté custodiado por algún artesano vendiendo su trabajo, un punto con mucho encanto en la ciudad, que merece la pena visitar.