Le digo al portero de mi trabajo que me...
Le digo al portero de mi trabajo que me voy a dar una vuelta. Él, excusándome, dice que hago muy bien porque no se puede estar tanto tiempo concentrada. Yo me río. No sabe que he desviado el teléfono al móvil, por si pasa alguna urgencia.
No me voy muy lejos. Me compro una bolsa de patatas fritas y me quedo a orillas del Guadiana. La gente pasea, charlan en los bancos de dos a dos si son pareja o de tres en tres si son señoras por un lado y señores por otro, tomando el sol . Ellos hablan de antaño, ellas de cosas sin importancia del día a día. Lo que dicen las parejas no lo llego a oír pero suena a ganas de querer pasar tiempo juntos más que a algo trascendental. Algunos van en bicicleta y otros pasean al perro (¿o es el perro el que les pasea a ellos?).