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Desde la pequeña localidad de Paleokastritsa
Sale una carretera empinada y estrecha que sube hasta el pintoresco monasterio de Theotokou. El camino, que es muy estrecho, es de un solo sentido, donde las luces del semáforo se alternan, con una espera de varios minutos entre el ascenso y el descenso.
La ubicación del monasterio es realmente perfecta, con unas vistas que quitan el aire, sobre los acantilados y la bellísima bahía de Paleokastritsa.
El monasterio data del siglo XXIII, pero lo que admiramos hoy es el resultado de una reestructuración que tuvo lugar hace dos siglos. Se presenta en el típico estilo de la arquitectura monástica griega, llena de iconos, un patio grande, colores brillantes, flores y con la clásica campana, en contraste con el cielo azul profundo.
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