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Monte Fuji - Fuji-san

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17 opiniones sobre Monte Fuji - Fuji-san

El Monte Fuji Un intento de invierno en el

La fecha era 14 diciembre 2010, subí a 2700 metros de altitud el Monte Fuji de más de dos días. Me acerqué a 1.663 metros durante la noche siguiendo la carretera que conduce a la quinta estación. He dormido unas pocas horas a 1.663 metros, y continuó después del amanecer. Luego siguió un sendero por el bosque hasta la quinta estación.Luego siguió la ruta estándar de hasta 2700 metros. Hubo una gran cantidad de hielo y el viento era muy fuerte. A veces no podía ponerse de pie. Como no tenían crampones o piolet, no era seguro continuar más allá de 2700. La fecha era 14 a 15 diciembre, 2010.

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HAKONE

Excelente

Impresionante excursión en la que desde Tokyo tienes que tomar 2 trenes, 1 autobús, caminar (30 minutos), 1 barco, 2 telesfericos, 1 funicular y por ultimo 2 trenes para volver a Tokyo, pero a cambio disfrutas de un paisaje increíble, con un lago desde el cual se divisa el monte Fuji y dentro del agua hay un Torii, luego desde los telesfericos vas viendo el monte desde varios sitios, el primero de ellos te lleva al monte Owakudani donde hay azufre y con el vapor aprovechan para cocer huevos, los cuales al contacto con el agua su cascara se vuelve negra, no que decir de las vistas desde los 2 telesfericos.

Visita imprescindible si disponeis de 1 o 2 días libres en Tokyo, ya que existe un pase para todos estos medios de transporte con acceso libre por 48 horas.
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Intento sin exito

En nuestro viaje a japón intentamos ver el monte fuji pero no tuvimos éxitos debido a la niebla. quise subir igualmente las fotos porque es una realidad de lo que puede pasar... el fondo blanco es donde debería de verse el monte fuji.... por suerte los cerezos estaban florecidos, asique el viaje no fue del todo en vano :)

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La cima más alta de Japón.

La visita en el mes de mayo de 2018 a los alrededores del Fuji nos proporcionó una sensación de estar cerca de un mito de la geografía mundial.

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simbolo

Sin duda, uno de los puntos a los que se dirige la mirada en Tokio. No siempre se ve a simple vista, aun acercándonos por el valle de Owaku, hicimos un viaje en bus, luego un pequeño crucero por el lago Ashi y por fin un teleférico hasta el monte Komagate para estar un poco más cerca, pero no tuvimos suerte, recién al otro día a la mañana desde nuestra ventana del hotel New Ottani, lo fotografiamos.

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Meditación frente al Fuji

Excelente

Solo puedo decir que he vuelto 5 veces a este lugar, es simplemente maravilloso.
Despertar y contemplar el amanecer desde esa perspectiva, esta solo al alcance de unos pocos afortunados.
Si alguna día tenéis la oportunidad de vivirlo, no lo dudéis, será una experiencia inolvidable por numerosas razones, que no os voy a contar, ya que es una experiencia individual y muy personal :-)

Japón

El monte Fuji, dicen que hay que tener suerte para ver la cima, siempre cubierta por nubes, nosotros, la tuvimos.

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Subiendo(y bajando) la cumbre del Monte Fuji

Excelente

El Fujisan, a veces mal llamado Fuji-yama, es lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su cumbre se encuentra a 3776 metros de altitud; Punto más alto de Japón.

Es un volcán activo pero no hay indicios de erupción volcánica desde el siglo XVIII. No obstante conviene conocer los protocolos para refugiarse en caso de fumarola o erupción; que han sorprendido en otros volcanes cercanos. Aunque generalmente los sistemas de previsión avisarían con antelación de algo así y no se permitiría el acceso. La web fujisan-climb.jp o información de la prefectura de Yamanashi puede ser un buen lugar para documentarse.


Es bastante alto pero tiene varias rutas para escalarlo sin necesidad de ser experto escalador. La más popular es la ruta Fuji-Yoshida porque está orientada hacia el este y puede verse el sol de la mañana durante todo el ascenso o descenso. Y pueden subirse y bajarse con mediana comodidad por personas sin una equipación especial de alpinismo. Aunque sí será necesario llevar linternas con batería cargada para la cabeza o casco con linterna especial ya que anochece pronto, buena ropa, contra viento, frío, lluvia; y, especialmente, nubes que suelen atravesar la montaña cada dos por tres; y mojan todo a su paso, incluso dentro de aquellos materiales que podrías considerar impermeables.

Así que, además de buena ropa y fundas impermeables para casos de nubes o lluvia muy fina y un calzado resistente que no resbale, hay que llevarse víveres y nunca vienen mal uno o dos bastones de senderismo para apoyarse. Sobre todo al bajar. Existe la opción de adquirir un bastón de madera bastante grande. Que seguramente dificulta más el ascenso que ayudar. Pero tiene la finalidad de volverse un buen souvenir dejando constancia de la experiencia única, y probablemente irrepetible, pagando un módico precio en cada estación intermedia del ascenso para que graben al fuego en el largo bastón de madera un sello del paso por cada estación con el nombre del lugar y su altitud. Yo no conocía los detalles cuando subí, y fue un auténtico diálogo de besugos cuando se me ocurrió pedir que me sellasen mi pequeño bastón plegable de metal, después de leer varios letreros en inglés o japonés de "selle aquí su bastón". Je.

En cualquier caso toda la ruta en verano dispone de cobertura 4G de móvil y es muy conveniente ir con una tarjeta SIM, para nuestro móvil "SIMfree", que puede adquirirse en tiendas de la gran ciudad o aeropuerto de las cadenas "Bic Camera" o "Yodobashi Camera"; sólo para datos que no son muy caras según la marca, los GB que ofrece y cantidad de días de uso concretos, que por lo general suelen ser recargables. Así, podemos documentar el ascenso con fotos y vídeos, incluso emitidos en tiempo real por cualquiera de nuestras redes sociales favoritas o subir a un portal de alojamiento de fotos y archivos. Además de disponer de un modo de comunicación bidireccional y consulta para calcular distancias y ver mapas con GPS. Es mejor no olvidar llevar una batería extra para recargar. Y, sobre todo, no perder nada en el monte. Incluso un pequeño trozo de plástico de 10 gramos puede convertirse en toneladas de desperdicios si tenemos en cuenta los miles de personas que suben el Fuji. Hay que cuidar el entorno natural.

No decidí subir el Fuji de la noche a la mañana. Hay que ir con la debida preparación. Y documentarse mínimamente para saber cómo será la experiencia. Tras mucho indagar, y con algo de ayuda desde Japón para reservar el alojamiento en mitad de la montaña, subí entre el 19 y 20 de agosto de 2015.

Hay que entrenar un poco, al menos con paseos largos, para mejorar la resistencia. Yo fui incrementando la duración de mis paseos, meses antes de viajar a Japón, en invierno. Desde unos 20 minutos(que era casi lo que aguantaba antes de necesitar descansar en un paseo normal) hasta la hora y media diaria, que calculé sería el tiempo necesario para recorrer sin parar en la ruta de ascenso en el Fuji entre el tramo más largo sin refugios, desde el anterior al siguiente.

Pero en realidad no es todo tan cuadriculado. Y por supuesto hay que pararse antes de 90 minutos. Pararás por extenuación, quieras o no, por el aire más ligero de esas alturas con mucha frecuencia. Si tienes fuerzas sigue para adelante pero si te encuentras mal es mejor no pasar de la 7ª estación. Yo usé algo de música motivadora con auriculares desde el móvil y llegaba a pararme a descansar cada diez pasos. Momento en el que hacía varias respiraciones profundas, tomaba fuerzas y seguía adelante.

Yo subí en solitario, pero si se va en grupo hay que llevar el ritmo del más lento. No se puede exigir a todos ir con la lengua fuera al ritmo de quien tenga más resistencia.

La ruta Yoshida desde la quinta estación son unos 14 kilómetros entre ida y vuelta. Unos siete kilómetros y medio, la subida. Y otro tanto, la ruta de bajada que discurre de forma separada al sendero de ascenso en un ancho camino en zig-zag entre la cumbre y poco más abajo de la 7ª estación. El tiempo estimado de subida desde la quinta estación a la cumbre es de algo más de 6 horas. Yo calculo que tardé en subir unas 8 horas en total. Y se dice que la duración media del descenso es de 3 horas y media. Tardé en bajar casi 4 horas(como 230 minutos). Con largas pausas para descansar apoyado en mi bastón de escalada. Y es, probablemente, lo más duro porque no hay ningún lugar donde parar, descansar, ir al baño o reponer víveres, a diferencia de la ruta de subida, donde cada diez minutos de ascenso suele haber un refugio donde puedes hacer todo eso. Sólo en la subida de la ruta Yoshida hay como 16 ó 17 refugios dispersos entre la 7ª y 9ª estación. Y puedes comer(no muy caro). La bebida sí suele ser cara. Especialmente, el botellín de agua de "hachigōme", a 3100 metros de altitud, se dice que es el botellín más caro a la venta de todo Japón. 500 yen me costó a mí. Y es posible dormir en el Hotel Fujisan, y otros de distintos refugios a precio de hotel familiar, como 6000 yen la noche, en literas comunes junto a decenas de personas sudorosas y algo de ruido.

Aunque escuchar una tormenta en el interior de un refugio de madera y metal a 3400 metros de altitud en medio de la majestuosa montaña solitaria es lo más salvaje en lo que he participado hasta el momento. He presenciado antes tormentas en casa, en carretera o en el campo, pero no se parecen en nada al retumbar de truenos y relámpagos a esa altitud. Una tormenta en un refugio de estas características es, metafóricamente, como si te engullese una enorme ballena a la que le crujen las tripas por todas partes.

Otro inconveniente que le da "aroma" a la experiencia es que puedes detectar fácilmente cuando estás cerca de estos refugios porque en el exterior hay también unos cobertizos con baños, que, al haber pocos para tanta gente, en la montaña más transitada del mundo, suelen desprender cierto olor al no haber, obviamente, un sistema de desagües que saque las desposiciones fuera de la montaña. Hay que pagar por usarlos unos 200 yen. Ese pago se destina a su limpieza diaria.

Al subir, en ocasiones veía adelantarme a gente. Y otras veces era yo quien les adelantaba cuando descansaban.

No es un juego de niños. Aunque algún niño subía también con sus padres o allegados mayores. Cuando pasas de entre los 2600 y 3100 metros de altura se nota que estás haciendo mucho esfuerzo. Y hay personas a las que puede darles mal de altura si no están acostumbradas a altitudes de más de 2000 metros. Así que probar primero con montañas más bajas también puede ser un buen entrenamiento. Aunque quizás el Fuji está mejor preparado para el escalador casual. La ruta tiene unas cadenas que delimitan el camino para evitar perderse. No se deben usar para agarrarse ya que podrían caerse y es peligroso. Hay algún cruce con otras rutas que conviene prestar atención para no acabar en el otro lado de la montaña, especialmente a la hora de bajar.

Una media de 300.000 personas suben el Fuji cada año en verano. Yo fui casi en las fechas de mayor masificación pero, ya pasado el Obon en casi todas las ciudades y, en día de labor. Así que no noté, en los primeros tramos, excesiva masificación de gente. Aunque es cierto que inicié el ascenso algo tarde. Ya pasadas las 15 horas.

La ruta Fuji-Yoshida comienza en la denominada 5ª estación, Subaru-Line. Un lugar, a unos 2305 metros de altitud, lleno de tiendas, restaurantes, aseo, y también oficina de correos y muy buenas vistas, al que se puede acceder en autobús. También es posible llegar en vehículo privado fuera de temporada, si no llega la nieve hasta el lugar. En verano los coches partículares tienen prohibido el acceso. Además no paran de subir y bajar autobuses; y puede ser una pesadilla para el conductor del utilitario. Sólo se hace una excepción a la prohibición de turismos en verano con los eléctricos o de bajas emisiones. En cualquier caso han de pagar peaje o el aparcamiento que está justo a los pies del Fuji.

Existen autobuses que llevan a la quinta estación desde Tokio. O se puede tomar un autobús desde la estación de la ciudad de Fujiyoshida. Que fue mi opción elegida para descansar un poco del viaje, comer antes de la escalada y coger provisiones en las cercanías antes de cambiarme de ropa de verano a la de escalada dejando el equipaje en una consigna de monedas de la estación.
De repetir la experiencia creo que es mejor empezar con mucha calma por la mañana. Y si acaso comer algo en la misma quinta estación.

A Fujiyoshida se llega en un pintoresco tren de línea privada(no JR) desde Ōtsuki en la prefectura de Yamanashi. Y a Ōtsuki se llega en línea de tren JR convencional(no shinkansen) desde Tokio o cualquier ciudad próxima. O bien desde Kōfu (capital de Yamanashi) tras tomar otro tren paisajístico "Wide-view Fujikawa" que circula a orillas de dicho río por el lado oeste(para variar) del Monte Fuji desde Shizuoka a Kōfu; como hice yo para demorar más el viaje y ver más paisaje. Aunque no se ve muy bonito en verano con el río casi seco. Pero puedes ver el Fuji desde más cerca que otros puntos y empiezas a darte cuenta de que vas a escalar una monstruosidad de montaña.

Las rutas de montaña se dividen normalmente en 10 estaciones. Que suponen, dado el modo de hablar en japonés, un 10% de la montaña. Pero realmente no está en orden de distancia o altitud y han ido cambiando de posición y añadiendo nuevos refugios y asentamientos con el tiempo. Se dice que aquí, la numeración de la estación indica la escala de dificultad en grado logarítmico. De modo que entre la quinta y sexta estación, que es un paseo(incluso cuesta abajo), la dificultad es mucho menor que entre la sexta y la séptima estación que, a su vez, es más fácil de subir que el tramo entre la séptima y la octava estación. Y así hasta la cumbre.

La sexta estación está a unos 2390 metros de altitud. La séptima en la ruta de ascenso, está en torno a los 2700 metros. La octava estación está a 3040 metros. La octava estación-original (Hon-hachigōme) queda a unos 3400 metros de altura y la novena estación a 3600 metros. La llegada a la cumbre por esta ruta se hace a los 3710 metros. Si queremos alcanzar la cumbre de la cumbre, junto a la que hay una estación meteorológica, en el punto más alto de Japón, habrá que dar media vuelta al cráter algo que nos puede costar como unos 40 minutos y otro tanto o poco más volver, entre escarpados caminos y vericuetos algo peor señalizados que la ruta Yoshida de subida o bajada. Arriba hay un templo y lugares donde descansar y adquirir comida, recuerdos y bebidas. Yo logré un segundo botellín de agua de oferta por 400 yen. Más barato que en el refugio del día anterior; ya que las rutas de suministro son más frecuentes.

En realidad, tenía en mi mochila todavía bebidas pero había calculado mal para lo que quedaba de descenso después.

La oficina de Correos queda en el lado sur antes de llegar a la cumbre si se va en sentido horario por el cráter desde la ruta Yoshida. Está algo escondida mirando hacia la parte de abajo de la montaña. Evidentemente, por la que se sube y baja. No por el agujero del cráter.

Hay que asesorarse bien sobre la meteorología que hará en la fecha prevista; con algo de recelo. Porque en la montaña el tiempo cambia repentinamente con frecuencia.
Hay que tener en cuenta que la temperatura respecto al pie del Monte Fuji hasta la cumbre baja unos 6ºC por cada mil metros de altura. El autobús que te lleva desde Fujiyoshida pasa de poner el aire acondicionado contra el calor, habitual en agosto en Japón, a poner la calefacción cuando se acerca a los 2300 metros de la quinta estación.

Puede haber mucho frío en las proximidades de la cumbre incluso fuertes ventiscas, especialmente de noche. De modo que no está de más llevarse una máscara o pasamontañas para casos de necesidad. Y guantes, mejor tipo lanudos a los "goretex" o similares que no aguantan nada bien la humedad de una nube o lluvias finas.

Hay que asegurarse de cuando está abierto al público consultando las fechas de apertura. Y es muy recomendable subirlo en dos veces, como hacen los propios japoneses para ver el amanecer desde la cumbre. O la parte por la que estén de la montaña. Lo que llaman el "go-raikō".

Según el día del mes, el amanecer sucede en torno a las cinco de la mañana. Así que si duermes en el refugio que se encuentra a 3400 metros de altitud te despertarán a las 2 de la mañana para que tengas tiempo a llegar a la cumbre entre las 3 y las 5. Subiendo de noche con las típicas linternas en la cabeza, en lo que se podría llamar la hora punta del Monte Fuji. Cuando todo el mundo sube en fila las dos últimas estaciones pendientes de alcanzar. La 9ª y la cumbre. Ya sin que nadie adelante a nadie. Y, por suerte para mí, a un ritmo tranquilo. Parando de vez en cuando para descansar.

Subirlo de una sola vez es algo que, según muestran avisos y letreros del lugar, el 14% no logra debido a indisposición o accidentes. Es mejor dormir. Para mí fue mucho más descansado el ascenso después de dormir que la paliza entre la sexta y verdadera octava estación. Llegué como a las nueve y pico de la noche con la lengua fuera. Y estuve jadeando, para suplicio del vecino de litera, como media hora más hasta dormirme. Aún hubo otros montañeros que llegaron más tarde que yo, aunque noté que los colocaron más lejos.

El Fuji sólo puede subirse en verano en condiciones normales y sin necesidad de permisos especiales, en torno a los meses de julio y agosto o poco más; porque el resto del año suele estar cubierto de nieve. Cada año se anuncian las fechas exactas en las que puede subirse a pie. Y también las fechas de apertura de la oficina de correos de la cumbre.

Enterarme de experiencias de otras personas que lo subieron, lo icónico que es el Monte Fuji lo mires desde donde lo mires, que llama poderosamente la atención. Me impulsó a querer subirlo yo también.

Eso, y que hay mil y una menciones al monte en todo lo relacionado con Japón, libros de texto didácticos, anime y películas de ficción, etc.

Sin olvidar del dicho japonés "No subir el Monte Fuji, idiota. Subirlo dos veces, idiota." Y como yo no quería ser "idiota" decidí subirlo con el ánimo de poder decir simplemente que he estado en "lo más alto de Japón". Y de paso enviar una postal a amigos y allegados con matasellos de la cumbre del Monte Fuji, donde, en la temporada de escalada, se puede utilizar su pequeña oficina de Correos enclavada cerca de la cumbre en el lado de la prefectura de Shizuoka. Donde además suelen vender algunos productos conmemorativos exclusivos y puedes enviarte a ti mismo una postal especial con un certificado y fotografía indicando tu nombre, el día y otros datos del ascenso.

Para los más vagos existen transportes especiales hasta la séptima estación tirados por burro. Aunque el precio me pareció una burrada. (chiste intencionado) Pero si la falta de aire es un problema no importará pagar el "burro-taxi" que hay también en los últimos tramos de descenso hasta la quinta estación.

Es una experiencia que nunca olvidaré. Aunque, como se intuye en mi relato, no pude ver el amanecer desde la montaña. Ya que la lluvia, que estaba prevista para unas horas más tarde, se adelantó y me quedé sin "go-raikō".

Espero, quizás, subir una segunda vez algún día y quitarme esa sensación de misión incompleta que me asaltó cuando llegué a la cumbre. Aunque sea "idiota" por subirlo dos veces. Pero sería un idiota feliz.
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Información Monte Fuji - Fuji-san