Del sabor de Abantos a la excelencia nacional
Se encuentra en el centro del pueblo de San Lorenzo de El Escorial, junto al antiguo cine de variedades. Un rincón que no llama la atención, hasta que cruzas su gran puerta de cobre. Dentro comienza una auténtica ruta de sabores con el menú degustación, que puedes elegir entre corto, largo y XL. Entre sus aperitivos destaca la explosión de sabor en tan sólo un bocado, y entre los primeros platos me quedo con los que me llevaron al mar a través del paladar, (era temporada de erizos, y se notaba). Cada mordisco lo acompañamos de un vino distinto (el maridaje es realmente sorprendente, pero creo que el truco está en mojarse los labios, y no intentar beber hasta las 10 copas de vinos distintos que ofrece el maridaje). De los platos principales me quedó con aquella bola que confinaba todo el sabor de un guiso de ciervo.