Entrando en Jerez desde Sevilla por su...
Entrando en Jerez desde Sevilla por su calle más amplia, la avenida Alcalde Álvaro Domeq, se pasa junto al recinto ferial y delante de algunos de los hoteles más importantes de la provincia.
Precisamente delante del Hotel Jerez, el decano de los alojamientos locales, se encuentra la primera estatua que un visitante puede contemplar al llegar a Jerez de la Frontera. En medio de la rotonda, entre el Hotel Jerez y la Feria se colocó en el año 2007 una estatua ecuestre del que fue nombrado en su día alcalde honorario y perpetuo de esta ciudad.
Álvaro Domecq y Díez nació aquí en 1917 siendo una de las figuras más destacadas a nivel local en el siglo XX. A la muerte de su padre asumió la dirección de las bodegas Domecq, compaginando dicha labor con su afición por el rejoneo, actividad que revitalizó y puso de moda en toda España. Escribió varios libros sobre tauromaquia e hípica, creando su propia ganadería, los Torrestrella.
Al final de su vida llegó a ser alcalde de Jerez durante cinco años y luego durante diez presidente de la diputación provincial.
A su muerte el ayuntamiento convocó un concurso para erigirle un monumento, presentándose seis proyectos del que se escogió este de Nicolás Domecq.
Estatua ecuestre donde el caballo parece bailar, en acto propio del rejoneo, realizada en bronce a tamaño algo superior al natural. Se inauguró con una serie de actos coincidiendo con la feria del año 2007.
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