Monumento a Brunswick

Como una joya neogótica que parece haber salido de la nada por sus aires orientales y por ser un mausoleo en plena ciudad, el Monumento Brunswick, con calidad de monumento Protegido por las leyes suizas nos choca pero al tiempo nos impresiona por su arquitectura y su historia.
Pasear a su alrededor y detenernos cada vez que algo nos llama la atención, avivará nuestra curiosidad lo suficiente para investigar un poco y bucear en su historia.
Así sabremos que es una copia de la tumba familiar que los Scaligeri levantaron en la Verona italiana del siglo XIV, y que fue levantado por la ciudad de Ginebra para honrar la memoria del Duque de Brunswick, gran benefactor económico de la ciudad, a la que donó toda la fortuna que había conseguido amasar en París.

Al descender por la Rue du Mont Blanc, en el cruce con Quai des Berges podéis girar hacia la izquierda. A pocos metros encontraréis, además de varios hoteles de lujo, un pequeño parque en el que se encuentra este monumento.
Se trata del monumento al duque Brunswiock, que fue benefactor de la ciudad de Ginebra.
Construido en estilo neogótico, ha sido restaurado recientemente.
Junto a él, un pequeño jardín con estanque de agua.

El Monumento de Brunswick es un mauseleo de estilo neo-gótico construido en 1879 en Ginebra. Conmemora la vida de Carlos II, Duque de Brunswick, el cual murió dejando una parte considerable de su fortuna a Ginebra. Con ésta se pudo construir el Grand Théâtre en la Place Neuve.
Te toparás con él caminando a lo largo del lago Léman. Si vienes desde la estación del tren, la Rue de Mont-Blanc te llevará directo hasta él. Tiene un jardín pequeño detrás (el Jardin des Alpes) y una cafetería.