Un monumento bello y estremecedor
Uno no se espera encontrar un monumento tan descorazonador en un paraje tropical como el de Miami Beach, apenas a unos metros de la playa y bañado por el sol de Florida. Sin embargo, este monumento aquí tiene mucho sentido porque en Miami Beach la población judía es muy numerosa. De hecho, se trata de una de las ciudades donde más habitantes de esta religión se encuentra, probablemente solo después de Nueva York, en Estados Unidos. Por ello, y por su deseo de recordar su historia, se levantó este monumento en recuerdo al holocausto (Holocaust Memorial) en el año 1990, para dedicárselo a los seis millones de judíos asesinados por el Nazismo.
En el monumento destaca una inmensa mano fabricada en bronce de 13 metros de altura, por la que se puede apreciar cómo trepan cientos de hombres y mujeres, que representan el tormento de las víctimas judías. Este sufrimiento contrasta con la serenidad que transmite el pequeño lago que lo rodea, poblado de hermosos camalotes.
Alrededor de la escultura y del lago, un oscuro túnel de piedra como un cinturón que lo cierra recuerda a todas y cada una de las víctimas de los campos de concentración, cuyos nombres se encuentran grabados en las paredes.
A pesar de que transmite la tragedia, es un lugar perfecto para ir a descansar y relajarse.