La estatua de la vacuna y la discordia
Este monumento fue un reconocimiento del pueblo de Manila al rey Carlos IV, por enviar éste la vacuna de la viruela a Filipinas durante la expedición Balmis. La enfermedad era un mal endémico en Filipinas debido a su constante comercio con China, que la contagiaba continuamente a las islas y con la vacuna se pudo acabar con una situación calamitosa en el país.
Pero al parecer no concuerdan las fechas, ya que esta vacuna fue enviada a principios del S. XIX: 1805 y el encargo de la estatua data de finales del S. XVIII: 1796. Que la historia haga mención entonces a este momento del pasado español de Manila, puede ser debido a que la estatua no fue colocada inmediatamente después de llegada desde España, sino que se haría coincidiendo con la cura enviada por el rey. El escultor fue Juan Adán, un escultor de cámara en la corte de Carlos IV.