En la parte trasera de la catedral de Córdoba se encuentra el monumento a Jerónimo Luis de Cabrera, sevillano que en 1573, desobedeció las órdenes del virrey, abandonó sus labores como gobernador de Tucumán y fundó Córdoba. Esa osadía le valió, tiempo después, la pena de muerte. La plazoleta que lo honra, está sobre la calle 27 de abril y la estatua de 2,70 metros de altura fue realizada por el escultor local Horacio Juárez.
El bar del fundador, detrás del monumento es un lindo rincón para tomar un cafecito mientras se observa el ritmo de la ciudad, ¡también el pasadizo peatonal que da al cabildo con mucha historia para descubrir!
Allí se encuentran la mayoría de las paradas de bus para dirigirse a cualquier sitio de Córdoba. Algo descuidado, mucha gente sin hogar elige dormir allí (es triste), un lugar bastante simple y común.
Monumento conmemorativo al fundador de la ciudad. Con árboles y bancos para sentarse a descansar. También es un buen punto de encuentro ya que está a media cuadra de la principal plaza del centro de la ciudad, detrás de la catedral.
