Moulin Rouge

Buenos días, monsieur. Venimos a ver el elefante azul. No, no, no queremos pagar la entrada... No, si el espectáculo ya sabemos que está muy bien, pero nosotras, sólo queríamos ver si podemos entrar a ver el elefante azul. Sólo un pequeño momento, así, chiquitín. Que no molestamos.

Con paciencia, nos cuenta el señor de la puerta, a la que ya hemos fotografiado de toda forma posible, que eso es cosa de película. Que sí, que hace muuuchos años hubo un elefante azul pero que ya noooo. Y que, por supuesto, no podemos entrar más allá de donde nuestros talones han llegado. Así que retrocedemos. Salimos. De Sadine ni preguntamos, para qué... todo el mundo sabe que murió de tuberculosis... Y aquel chico.. que habrá sido de él...

A ver, siempre está el terno dilema. El Moulin es el cabaret más famoso del mundo y el lugar privado donde más botellas de champagne se descorchan al año, sí, también, en todo el mundo. En el otro lado de la moneda, como no podía ser de otra manera, está totalmente "turistizado" y los precios dan risa. Mi opinión: merece la pena ver el show una vez en la vida, a mi me encantó y las bailarinas son auténticas profesionales. Pero no repetiría. Una sí, y creo que es fundamental... Dos, no.

Con toda honestidad, merece la pena pagar los 100€ de entrada... Pero solo una vez en la vida. El Moulin, con su ya mitificada historia, sigue siendo una referencia en el entretenimiento de la noche parisina.

El MOULIN ROUGE es el famoso Cabaret de París inmortalizado en pinturas y tantas películas antiguas y no tanto.....
Fue construidó en el año 1889 por el español Josep Oller, quien a su vez era dueño del OLIMPIA de PARIS.
El MOULIN ROUGE es un símbolo emblemático del Barrio Rojo de París, es un símbolo de todos los tiempos. Aquí se hizo famoso el CAN CAN parisino.
Desde hace más de cien años este cabaret es un lugar de visita de muchos turistas a los que les gusta asistir a espectáculos nocturnos.
Pero si estás paseando por la zona, no está de más pasar por su frente y sacarte unas lindas fotos de recuerdo.

Ir a París es vivir un intenso viaje de emociones continuas, pasear entre sus calles es una auténtica maravilla. Este rinconcito lo dedico a uno de los iconos más atrevidos de París, el Moulin Rouge.

Al pensar en él es inevitable imaginarse a las chicas envueltas en llamativas plumas, o bailando el mundialmente famoso, French Cancan. Desde su construcción en 1889, ha sido protagonista de películas, libros e incluso pinturas donde se representaba la esencia del local.

Como apasionada del mundo del baile y de la música, no podía ir a París y no disfrutar en vivo y en directo del cabaret del Moulin Rouge.