Museo de la Ciencia

Creo que es museo más visitado de la ciudad de Valladolid, pues creo que no hay ningún estudiante de la provincia de Castilla y León que no lo conozca.

Fue construido sobre una antigua fábrica de harinas, con más de 11.000 metros cuadrados, consta de: Exposición permanente (donde se puede ver la antigua fachada de la harinera), planetario digital, sala de exposiciones temporales y sala de niños.

Sus horarios van de martes a domingo, abriendo los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 11:00 a 21:00 horas, y el resto del año de 10:00 a 19:00.

El rincón al que me refiero es el museo de la Ciencia levantado por el Ayuntamiento de Valladolid ( que no la Junta de CyL) respetando la fachada de la antigua fábrica de harinas del Palero, como la pequeña isla del río pisuerga que se contempla a sus pies , el conjunto mezcla también estilos arquitectonicos diferentes como la construcción en ladrillo típica de finales del XIX con el estilo Moneo , el espacio de la plaza que se abre delante junto con la torre y los pabellones así como la pasarela que cruza el río Pisuerga, componen el total y pretenden recordar, aquellas Plazas del renacimiento

No puedes imaginar que un lugar un tanto apartado y localizado en una ciudad clásica, conservadora del estilo urbano y sin pragmatismo alguno, se encuentre este espacio dotado de cementos, óxidos, repleto de geometría a gran escala y con una fuerza visual que cualquier cámara y fotógrafo estarán encantados de retratar.

El edificio, desde luego, merece la pena, pero para mí el continente es mejor que el contenido, que resulta bastante aburrido y carente de emociones. Comparado con el Museo de la Ciencia de Granada, que es el otro que visité hace poco, es mucho más técnico. Ganará rigor -tal vez- pero pierde espectáculo, sobre todo para los niños. Acabo de estar allí. Había una exposición de magia muy bien explicada por un guía-mago pero bastante pobre en su planteamiento (rozando lo cutre). Las sesiones del plantetario también son muy didácticas (tal vez demasiado). Lo mejor es darse una vuelta por el puentecito y visitar al otro lado la casita que recoge la biodiversidad del Pisuerga.

El museo en sí se divide en varias secciones. Una de ellas es la exposición permanente que, en mi opinión, tiene partes poco cuidadas y bastante anticuadas. El planetario en cambio es muy interesante, con una exposición magníficamente planteada. Cuando acudí había una exposición temporal focalizada en la sabana africana. La exposición, aunque no era muy amplia, resultó interesante y muy muy bien realizada, con recreaciones de animales de una inquietante vitalidad y mucha información. Por último también visité el acuario. No era muy amplio ni espectacular, pero estuvo bien. Respecto al precio de la entrada, al acudir domingo sólo me costó 5 euros con acceso a todo.

Un museo genial para ir con niños y pasar un rato entretenido con los peques. Tienen exposiciones temporales de lo más i interesantes y aunque no está situado en el centro de la ciudad tiene fácil acceso y aparcamiento

Esta pensando especialmente para lo peques y el descubrimiento. Muy interactivo
El planetario también esta dentro.

Un museo moderno, muy grande, al lado del río.