Un complemento a una ruta interesante
Todo viaje por carretera por Estados Unidos no es completo sin poner como mínimo un día los pies en la antigua y mítica Ruta 66. La carretera que unía Chicago y Los Angeles ha sido sustituida hoy en día por autopistas y prácticamente ya nadie circula por ella, pero en diferentes estados se mantienen algunos tramos, con mapas indicativos en las oficinas de información turística, para los conductores románticos. En Oklahoma hay un buen puñado de quilómetros que se pueden recorrer de esta forma, y el complemento ideal a este viaje es una parada en el simpático museo de la Ruta 66 de Clinton.
No es un museo ambicioso ni espectacular, sino una sencilla sucesión de salas donde se recrea la historia de la ruta, desde su construcción hasta la actualidad, combinado con objetos históricos o recreados como un antiguo dinner, los instrumentos de construcción, etc.