Museo de las Artes Decorativas
Este es, sin duda, uno de esos museos que requieren de todo nuestro tiempo y atención. Es tanto el detalle, no sólo del edificio, sino de las magníficas colecciones que alberga, que se requiere un mínimo de un día completo para disfrutaralas con calma y placer.
Tiene salas espectaculares, pero me quedo con tres.
La primera es la colección de relojes antiguos. De bosillo, de mesa, de salón, de pared. Estos últimos están montados dentro de un armario de metacrilato gigantesco, que los protege y que al tiempo alberga un ingenio que los va girando, subiendo o bajando para nuestro disfute y contemplación.