lisa jones
Sorprendente joya
Pasa desapercibido, es una pena que un museo con tanta historia en su interior y con tantas cosas para ver, aprender y disfrutar, a duras penas pueda abrir sus puertas.
María Gracia que es la persona que conocí y que trabajaba allí, muy amable, nos hizo de guía y así entendimos mejor lo que estábamos viendo.
Volveré a visitarlo de nuevo ya que lo merece.