Cuando fui al Consulado de España ...
Cuando fui al Consulado de España llevando todo lo que me habían pedido y el empleado terminó de revisar el acopio de documentación, fotos antiguas y trámites para mi soñado viaje a España, me mira seriamente y me dice “lo único que le falta es…la estampilla del Museo de Jamón” mientras lanzaba una sonora carcajada.
Tanto era lo que había oído hablar del famoso Museo del Jamón, la monumental colección de jamones que tenía y su gran diversidad, que podrán imaginarse cuan era grande mi expectativa por conocerlo. Descubrí, no sin sorpresa, que no era sólo uno era varios y en diferentes lugares aunque no muy lejos uno de otro. Me había propuesto siempre ir a comer allí para lo cual y luego de recorrer un par de ellos siempre muy llenos, ingresamos en uno mientras mi amiga trataba de conseguir un lugar que no hubo y mis ojos no se cansaban de mirar la cantidad de patas colgadas en el techo y los alrededores, muchos de los cuales se veían añejos por el color de su envoltura.