Visitar el Museo del Louvre es una...
Visitar el Museo del Louvre es una experiencia que no se debe desaprovechar, se que cuando vas poco tiempo a una ciudad tan grande, meterse en un Museo puede parecer para algunos una “pérdida de tiempo”, pero os aconsejo que os dejéis caer aunque sea una o dos horas por el museo.
En ese tiempo lo que podrás ver será ínfimo en comparación con TODO lo que hay por ver y admirar, pero nosotras lo que hicimos para combinar un poco de todo fue aprovechar que los miércoles y viernes abren hasta las 22h y te permite organizarte el día y dejar el museo para las últimas horas. Además el viernes de 18h a 22h si tienes de 18 a 25 años la entrada es gratuita, y para el resto hacen descuento.
De lo que pudimos visitar, la zona dedicada a Egipto nos gustó muchísimo, es como transportarte por unos minutos a otra civilización, soñar que formas parte de otro mundo, y que estás paseando entre ellos. Poder ver los sarcófagos de cerca, mirarlos a la cara, y dejar que nuestra imaginación haga el resto.
Este año 2009 se cumple el 20º aniversario de las pirámides del Louvre, la grande y más espectacular y otras tres más pequeñas a su alrededor, ideadas por el arquitecto americano Ieoh Ming Peí. Su construcción estuvo rodeada de grandes polémicas, aún hoy en día hay importantes discrepancias sobre el impacto visual que ejerce sobre el edificio clásico del museo.
Y no sólo ha generado este tipo de controversia, sino que también la rodea un halo de misterio que la relaciona con prácticas masónicas, incluso satánicas.
Guste o no, es la puerta de acceso al museo, en ella encontramos el control de mochilas y detector de metales; una vez pasado nos encontramos con un enorme e iluminado vestíbulo bajo tierra, con retorcidas escaleras mecánicas; en el techo y culminando la galería, tenemos la pirámide sobre nuestras cabezas.
Esta zona se convierte en un constante murmullo de visitantes, gente que deambula distraída mirando al techo, otros que no encuentran a su acompañante, profesores que intentan controlar a los chavales, jóvenes pintores dispuestos a dibujar obras maestras...
Para adquirir las entradas es suficiente con ir a una de las máquinas expendedoras que hay en el hall y listo, si queremos podemos dejar nuestras cosas en guardaropia de forma gratuita. Y solo quedará una cosa, decidir por qué pabellón vamos a empezar, Sully, Richelieu o Denon?


