Museo del Romanticismo

Recientemente se ha inaugurado la remodelación del Museo del Romanticismo, anteriormente llamado Museo Romántico.

Tras más de nueve años cerrado y ocho en obras, nuevamente se han abierto al público sus salas y ya se puede disfrutar de sus fondos.

Una vasta colección de objetos de la época y un nuevo planteamiento museográfico con dos recorridos esenciales, uno ambiental y otro temático, para desembocar en una sala donde nos podemos sentar a leer, charlar o jugar con cuatro de las pantallas interactivas en las que se proponen distintos juegos y preguntas sobre algunos de los temas del museo.

No dejéis de ir, recreacion maravillosa de un palacio romántico...su historia, sus estancias, su mobiliario, su pinacoteca....impresionante
Entrar en su página web para ver sus visitas guiadas tanto generales como temáticas o a sus exposiciones temporales, muchas gratuitas y con reserva on line o telefónica.
Gracias al guía que nos acompañó en la visita, Jesus, un gran profesional, conocedor y divulgador de la historia del museo y de su época.

Este museo se ha convertido en estos días en un punto de atracción merecida. Después de 9 años de permanecer cerrado al público su apertura ha provocado un auténtico aluvión de visitantes que deben de esperar a que las salas se vayan desalojando para que los empleados del museo puedan dar acceso a las mismas a otros visitantes.

Las obras aplicadas desde hace siete años bajo diseño del arquitecto Ginés Sánchez Hevia según el proyecto museológico de Begoña Torres, directora del museo, lo acondicionaron para transformarlo en luminoso exponente de la proyección civil, la vida doméstica y la intimidad hogareña de la España decimonónica. La apuesta de Begoña Torres se propone el trazado de un nuevo relato "a base de componentes históricos y políticos de contexto para obtener la recreación cultural plena del ambiente romántico en una casa de la alta burguesía, con todo su aparato ornamental y sus espacios de género y rango diferenciados: Desde el infantil al masculino-fumoir, despachos, billar, gabinetes-; el femenino -boudoir, salas de estar, coquetas- y el del servicio, que, en la época, quedaba orillado hacia los áticos o los sótanos".