cinzia d'agostino
Lo bello de recordar
Entre los muchos Trulli de Alberobello, vale puntualizar uno del 1700 que se convirtió hace unos años en el Museo del territorio. Además de la típica estructura exterior, son los interiores los que cuentan cómo era la vida de los habitantes de esta parte del sur, en los últimos tiempos.
Obviamente hablamos de las clases más pudientes: la cocina rica en vasijas y recipientes de todo tipo, desde la terracota decorada, aunque de un modo simple, a las incrustaciones preciosas de sauce y de la paja.
Inevitables los "Collares" de Chile pegados en las paredes blancas como la nieve y listos para preparar sabrosas recetas.
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