Chaimae
Un coqueto museo etnográfico
Me gustan los museos etnográficos. Tienen el encanto añadido de que los objetos que allí se exhiben nos llevan a la historia personal del antiguo dueño de los mismos.
En Puebla de Alcocer existe un pequeño museo de este tipo. Enclavado en los bajos del antiguo Convento de San Francisco, consta de tres grandes salas (que correspondían con las antiguas celdas de los frailes). Las salas se comunican entre sí por arcos de medio punto terminados en ladrillo visto.
Cada una de las salas alberga objetos cedidos o prestados por los habitantes del pueblo. Por el simbólico precio de un eurillo, se pueden recorrer sus tres salas con toda la tranquilidad de la que se disfruta en pueblos pequeños como éste.
La primera sala acoge una pequeña muestra de los restos arqueológicos encontrados en las excavaciones de Lacimurga y la segunda y la tercera muestran objetos típicos de la vida de este bonito pueblo de la Siberia Extremeña: cestas, loza, juguetes, un antiguo telar, una máquina para hacer calcetines, arreos de los animales, etc... No obstante, la estrella del Museo, además de una pintura a tamaño natural del llamado Gigante de la Puebla, Agustín Luengo Capilla y varios retratos de su familia, es la famosa Bota del Gigante, hecha a medida, y que el propio rey Alfonso XII regaló al Gigante.
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