La ciudad de la Cultura
Hay quien dice que sólo es un museo, pero yo digo que es una ciudad-estado cultural, con recursos propios, una colección de más de dos millones de objetos y con un presupuesto anual de más de 120 millones de dólares.
Y como se trata de una ciudad, debemos tratarla como tal, siguiendo el plano que nos dan a la entrada para poder movernos por sus calles y plazas. Los alcaldes de esta gran urbe de las artes plásticas presentan más de treinta exposiciones e instalaciones especiales al año, y la lista de puntos importantes es realmente apabullante.
Yo recomiendo decidir exactamente lo que se quiere ver, empezar por ahí y luego dejarse llevar por la intuición, por lo que nos pidan los sentidos, ya que los cinco parecen tirar de nuestro cuerpo para un sitio distinto. Así que no nos llevemos a engaño, porque es imposible visitar el MET en una sola jornada, ni siquiera en dos o en tres y disfrutar plenamente del resultado de la dedicación y generosidad de numerosos donantes e instituciones que desde 1870 lo han enriquecido y ampliado.
Si tuviera que escoger entre algunas de las maravillas que con orgullo muestra el museo, me quedaría con el simpar templo de Dendur, al que se dedica un enorme salón con un estanque donde se refleja el templo y las vidrieras que conforman una de las paredes del espacio, la sección de arte medieval, llena de retablos, tallas, tapices iconos bizantinos, esculturas de mármol, pórticos, balaustradas y puertas que fueron traídos pieza a pieza desde Europa y Oriente Próximo y montadas de tal manera que recrearan el ambiente de las catedrales góticas ( como la reja del coro de la Catedral de Valladolid).
Otros puntos de gran interés serían las salas egipcias y romanas, las de arte chino, japonés y africano, las columnas Tiffany de la mansión de Louis Comfort, el autorretrato de Rembrandt, el místico "Washington cruzando el río Delaware" o "Los cipreses" de Van Gogh.
El hiperrealismo de las salas de Arte Contemporáneo o la magnífica exposición de esculturas en bronce con temática del Salvaje Oeste, completan lo que sería, para mí, un recorrido básico por este museo de los museos.


