Divertidísimo
Está situado en la Mole, edificio por excelencia y símbolo de la ciudad.
La verdad que cuando llegué sólo iba a ver La Mole y a subirme a lo alto de ella a contemplar las vistas de la ciudad desde sus cuatro costados, sin embargo, lo que más me gustó fue este museo.
Seas un apasionado del cine o no, este es un museo que seguro te hará pasar un buen rato ya que es especialmente interactivo para el visitante, o sea que si estás pensando en aquellos infumables paseos por galerías insulsas y no contemplas con muy buenos ojos su visita quítate la venda y abróchate el cinturón de gozar.
El museo rinde culto a cine al cine italiano e internacional, y aparte te remonta a épocas y recuerdos de pelis de tu infancia. Es un gran logro la manera en que te hacen SENTIR, juegan mucho con el aspecto sentimental para conseguir que recuerdes la visita con especial cariño.