Nacimiento del Urederra

Nacedero del Urederra
El Urederra forma en su nacimiento un colosal anfiteatro a los pies del gran murallón calizo formado por la sierra de Urbasa, descendiendo hacia las Amescoas en divertidas cascadas de sorprendente azul turquesa.
El río Urederra que surge de las mismas entrañas de Urbasa, absorbe de las profundidades el agua que se filtra del gran Karst de la Sierra.
El entorno catalogado como Reserva Natural, es de una belleza y riqueza ecológica, con una pequeña población de nutrias y de visón europeo, amén de las numerosas aves acuáticas que hacen de las pozas sus piscinas particulares, entre las que destacan el martín pescador y el mirlo acuático.

A 15 Km de Estella,se encuentra la localidad de Baquedano,en las inmediaciones del Parque Natural de Urbasa,desde donde parte un bonito y agradable sendero que transcurre en paralelo al curso del Rìo Urederra,hasta llegar a su nacimiento,lo recomiendo pues es una zona preciosa para ir con niños y pasar un buen rato.

Hace unos días lo visite y es un lugar genial para pasar un día lleno de naturaleza agua y buen ambiente. La ruta es apta para todos lo públicos. Ya que no hay grandes distancias ni dificultades, tan solo algo de complejidad en la zona final (aunque no es necesario llegar hasta allí, para contemplar todo). Esta señalizada y acotada, para no dañar el entorno natural. En resumen, un sendero hasta llegar al nacedero del río Urederra, lleno de cascadas, puentes y entornos para disfrutar.
Un saludo

Situado en el valle de Urbasa, se trata de una preciosa caminata siguiendo el curso del río por un camino de dificultad baja (yo lo hice con dos niños de 6 y 4 años) aunque en algún tramo se complica un poco por las rocas, raíces y el suelo resbaladizo. El bosque por el que transcurre la ruta es frondoso y húmedo, ideal para estar a gusto en verano.

La primera vez que visité Urederra me llevé un gran chasco. Todo el mundo me hablaba maravillas sobre este lugar, vi un montón de fotografías en internet que me dejaban con la boca abierta, y tenía un montón de ganas de comprobar si era cierto que el rio era de ese color, o realmente a la gente se le había ido un poco la mano en Photoshop. Era abril, había llovido mucho los días anteriores, aún no había hojas en los árboles y con la cantidad de agua que portaba el rio, aquello ni era azul, ni turquesa, ni nada de nada.

Decidí volver al cabo de dos meses, a principios de junio. Esto ya era otra cosa. Las lluvias cesaron, de modo que el rio, con mucha menos cantidad de agua que la anterior vez, tenía ese color que tanto me impresionó en las fotos que vi en internet. Eso no era Photoshop, ¡es que el rio es así!

Volví por tercera vez en otoño, a finales de octubre. Y es cuando conocí un Urederra en su óptima belleza. Árboles con hojas otoñales de color naranja, contrastando con el rio azul turquesa. A partir de entonces, vuelvo en otoño todos los años.