El templo tranquilo
El último de los templos que visitamos en Kyoto fue el Ninna-ji. No estaba en nuestra lista pero el último día en al ciudad tuvimos algo de tiempo después de ir al jardín zen del templo Ryoan-ji y decidimos invertirlo en visitar este lugar.
La forma más acertada para llegar al Ninna-ji es en el autobús 26 desde la estación de Kyoto.
Una de las mejores cosas de este templo es, que al contrario que en otros, se puede acceder a casi todo el recinto de forma gratuita. Se pueden ver desde el exterior todos los edificios, y solamente habría que pagar si se quiere entrar en alguno de ellos.
Nosotros nos conformamos con verlo todo por fuera: su torre de la campana, la pagoda de cinco pisos y el resto de construcciones que datan de siglo XVII.
Los terrenos que rodean el templo son como un gran jardín al que se puede incluso ir con la merienda y pasar una tarde a la sombra de los grandes árboles del recinto. Es uno de los lugares de Kyoto perfectos para ver la floración de los cerezos cada primavera.


