Pere Gilart de Dios
Toulouse
Nada me impactó más en Toulouse que su noche, su fría y a la vez acogedora noche de invierno. Y si fue acogedora fue gracias a éste carrusel. En el lapso de tiempo que estuve ahí me di cuenta que era la fuente de luz y de vida de aquella plaza, el punto de partida de historias personales desconocidas llenas de felicidad que lograron dar más calor a mi cuerpo que mi propia chaqueta. Conseguí sacar esta foto, que guardo en un viejo álbum y me transporta a esa calle, a ese momento tan especial que irrumpe en mi rutina y me deja soñar por un instante.