Catedral de Nuestra Señora de Kazan
Nada tiene que ver el Neoclásico exterior, con el recogido pero grandioso interior de la Catedral.
Los mejores escultores y pintores de Rusia que participaron en la ornamentación de la Iglesia, la convirtieron en el templo del arte ruso. Diversas personalidades, como el mariscal de campo Kutuzóv, del que vemos la tumba, fueron enterrados aquí. Los trofeos de guerra alojados en el templo, la convirtieron en un monumento en sí que conmemora la victoria sobre la Francia napoleónica.
Durante varias décadas, en el edificio se encontraba el Museo de la Religión y el Ateísmo, por eso en la catedral se conservaron pocos iconos y objetos de culto, aunque siguen llegando de vuelta muchos que fueron enviados a otras iglesias.