Comer bien en un sitio con encanto
La Taberna está un poco escondida, justo detrás del ayuntamiento en una paralela al paseo. Generosísimos platos para disfrutar de lo típico en un pueblo de mar: chocos de la ría, tortilla de patata, pulpo...
Pero además de comerse bien, el lugar está puesto con el mimo propio de un homenaje, el del propietario a su bisabuela, Ramona la Pedrafeita, que se dedicaba como muchas mujeres de Ares a la salazón. El museo-taberna está ubicado en el último almacén de salazón que sobrevive en Ares, donde precisamente trabajó su bisabuela.
Mientras cenas o te tomas una caña se puede ver la prensa de