María Alba
El templo de las ciruelas amarillas
Por supuesto como visité Kamakura en invierno, no había ni flores ni frutos en sus árboles, pero bueno, este era otro de los pequeños templos de este enorme recinto de Engakuji, situado en su parte más interior...
La esposa de Tokimune Hōjō, la monja Kakusan-ni, ya conocida entre nosotros por ser la fundadora del Templo Shokozan-Tokeiji, también conocido como el templo del divorcio, dedicó una pagoda a su marido, para que más tarde, los Ashikagas construyeran la actual edificación en el mismo lugar para Muso Kokushi. Fue muy popular en la Era de Muromachi (1338-1573).
Los jardines que rodean a este templo, bien podrían considerarse como un pequeño jardín botánico, por la cantidad de ejemplares diferentes de árboles y plantas que podemos ver en su interior. Las que más llamarán nuestra atención, como siempre en Japón son los árboles del género prunus sp. que perteneciendo a la familia de las Rosáceas, incluyen especies como los cerezos y los ciruelos, tan abundantes en Japón.
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