Ópera Estatal de Viena

Pues sobre la Opera de Viena no tengo mucho que contar, puesto que no pude entrar, así que cuento nuestra experiencia para que sirva a posibles viajeros. Lo primero de todo, la Opera de Viena allí es conocido por su nombre: Staatsoper, así que no busquéis carteles o en los mapas la palabra "opera", que no aparece...Una vez llegas allí, no queda nada claro la entrada, no hay señalización. De hecho había una larga cola en la que parecía la puerta principal, pero no tenía nada que ver. Pues tras mucho mirar, encontramos la entrada en una pequeña puerta cerrada en el lateral izquierdo viéndola de frente. Es posible que este cerrada, puesto que solo abren a horas en punto.

Asistir a una ópera de Mozart en una de los mejores de teatro del mundo es increíble, el precio es bastante alto, sin embargo vale la pena, a pesar de que estábamos ubicados en un rincón de ese gran teatro, se oye súper bien, la música, el canto de los tenores, excelentes.

Además te permite conocer mejor todo el teatro, durante el periodo de receso pude caminar cada rincón del teatro y apreciar mejor su interior.

Conviene no iirse de Viena sin visitar la archiconocida Staatsoper, en un lateral de la misma se pueden ver los horarios de los diferentes dias y en un monton de idiomas. Las entradas se comprar 15 minutos antes de la hora establecida para cada visita, se accede por la pequeña puerta que hay situada justo al lado del cartel que muestra el horario (aviso estara cerrado hasta que queden 15 minutos para empezar la visita).

El guia te conduce por todo el edificio, en una visita de alrededor de una hora, te cuenta todos los detalles y secretos del edificio, visitas el escenario, el salon de butacas, la planta de palcos y la sala privada que pertenecia al monarca.

Ir a la ópera de Viena es una obligación si te dispones a disfrutar de la ciudad a orillas del Danubio. La mala noticia es que entrar y disfrutar del canto de los mejores artistas del mundo y de su cuidada arquitectura interior puede ser muy caro (desde unos 75€ por persona). La buena noticia es que, sea cual sea la obra, ponen una pantalla gigante en el exterior para disfrutar (no en el mismo sentido) de las funciones. También nos quedará a los más valientes entradas de pie desde 3,4 euros. También hay una entrada por si sólo quieres ver la arquitectura interior de 7,50 e incluye la entrada al museo.

Uno de los sitios que más ganas tenía de conocer en Viena es La Opera, y no me defraudo. Es un edificio sin muchas pretensiones arquitectónicas, sin embargo, su interior me encanto. Me imaginaba allí a la reina Isabel y después a Sisi y Francisco José . Su escenario es normal con la particularidad que pueden superponer hasta cinco escenas diferentes con distintos cambios de posiciones. Y luego tiene un sinfín de salas a cual más lujosa.
Sin dudar, visita imprescindible

Aunque el interior de la ópera se puede visitar en circuitos guiados, no son muchos los que se animan a entrar en este edificio que es ya todo un símbolo de la ciudad y sin duda uno de los lugares que visitar en Viena. Cerca del centro el edificio es tan elegante como el resto de la capital austriaca y hay tantas paradas de autobuses y tranvías frente a él que seguro que cada viajero lo ve en más de una ocasión aunque solo esté en la ciudad un par de días.