Capricho de la naturaleza
Si vas en busca de los restos de un castillo, no lo encontrarás entre las casas, tendrás que mirar hacia arriba y descubrir las almenas naturales por las que está fortificada Orbaneja.
Este pintoresco pueblo está divido en dos de arriba abajo por una bucólica cascada que nace en la "Cueva del Agua". En su camino hacia el río Ebro destacan dos estanques de color azul turquesa con el agua totalmente cristalina.
Pero, lo que realmente es impresionante, es ese "beso sereno" de esos dos camellos rocosos que a la vez llega a convertirse en el "Continente Africano". Esta obra de arte caprichosa esculpida por el agua, el tiempo, el viento.... solo se puede contemplar en estas tierras.