Palacio de Buckingham

Cualquier ciudadano madrileño que visite por primera vez el Palacio de Buckingham no puede por menos que realizar una inconsciente comparación entre el Palacio Real de Madrid y éste británico. El balance de dicho examen creo que debe ser muy favorable a nuestro Palacio porque el marco incomparable del edificio junto a la catedral de la Almudena creo que no deja lugar a dudas.

Otra comparación que creo que inclina la balanza hacia el lado español es la filosofía de nuestra casa real respecto de la británica en no ocupar como vivienda habitual el Palacio, sino otra vivienda que, si bien no deja de ser algo exclusivista, está más acorde con los tiempos que vivimos.

Se trata de la residencia oficial de la monarquía británica. La reina Isabel II abrió las puertas del palacio al público en 1993 para sufragar los gastos ocasionados por las reformas del Castillo de Windsor, tras un incendio (El palacio sólo abre en agosto y septiembre, cuando la reina no está). Algunas habitaciones permanecen abiertas al público donde podrán comprobar la exquisitez y excelencia de esta casa real. En el lado sur hay dos pequeños museos con objetos de la familia real (Queen's Gallery y Royal News).
Cada día se hace el cambio de guardia, y los centinelas van uniformados de rojo en verano y de gris en invierno.

Es uno de los rincones clave de Londres. Nadie que vaya de visita a esta preciosa ciudad, puede irse sin pasar aunque sea por la puerta de este famoso palacio.

Además de ser una residencia de la Reina Isabel II, en el tienen lugar diferentes eventos y ceremonias importantes (hasta los Beatles han recibido honores en sus habitaciones)

Su interior también alberga la Royal Collection de Reino Unido, una colección de obras de arte de gran importancia artística de la Corona Británica.

Personalmente, me pareció pequeño. No sé si por la costumbre de verlo en televisión o por compararlo con el Palacio de Oriente que me parece mucho más grande... Le vi muy discreto.

Curioso cuanto menos es ver el cambio de guardia, un protocolo antiquísimo y con una riqueza cultural típica de los londinenses, al llegar al Palacio nos encontramos a cientos de personas empotradas contra la valla que separa el palacio de Buckingham y los curiosos visitantes de la ciudad.

Cierto es que nos dimos cuenta en pocos segundos que se estaba produciendo el cambio de guardia. Nos gusto bastante tal vez poco típico para la vida actual pero bastante bonito de ver, si mal no recuerdo dura entre 20 - 30 minutos y buenos hacen cambios de tres en tres y se mantienen rígidos como piedras.