Palacio de Cristal

Seguro que no soy el único a quien el Palacio de Cristal le parece el rincón más bello del Parque del Retiro en Madrid.

Este rincón del Retiro, una de las más populares entre los visitantes del parque madrileño, reúne unas características que le convierten en una zona idónea para pasear o, simplemente, para sentarse a contemplarle.

Un estanque rodeado de frondosos árboles, un gran surtidor de agua en el centro del mismo, una rocalla con una pequeña cueva y, sobre todo, el bello edificio del Palacio de Cristal, obra del arquitecto Ricardo González Bosco.

Construido en 1887 como uno de los pabellones de la Exposición de las Islas Filipinas, con el fin de ser un invernadero donde albergar una muestra de plantas y flores de la por entonces colonia española, sigue las tendencias arquitectónicas de la época, combinando hierro y cristal.

El Palacio de Cristal del Retiro fue construido en 1887, con el objetivo de ser usado como invernadero para una exposición de plantas de origen filipino. Es una obra de arte en hierro, y ahora se utiliza como sala de exposiciones temporales.

Está en uno de los lugares de más encanto del Retiro, con el lago, los patos y los cisnes, y su pequeña gruta artificial.

Este palacio de cristal se encuentra ubicado en todo el corazón del parque donde es una buena elección en uno de sus símbolos arquitectónicos y se utiliza para algunas exposiciones temporales y otros eventos relacionados con el museo de la Reina Sofía. Fue diseñado por Velázquez Bosco en el año 1887 para una exposición de plantas tropicales este edificio transparente cuenta con vistas a un estanque con una escalera que conduce a entrar en el agua. Es inspirado en el Crystal Palace de Londres es un símbolo de la arquitectura en hierro y vidrio española va a mirarse a sí mismo en la superficie del lago llegando a ser aún más majestuosa e impresionante aunque leve vista.

El Palacio de Cristal es, sin dudarlo, uno de mis lugares preferidos de Madrid. Tienen esa magia de los lugares escondidos, bellos, sin estridencias y de líneas puras, que cambia de tonalidad y de aspecto a lo largo del día. Dependiendo de si es iluminado por el sol o por la luna, podemos descubrir diferentes palacios, difernetes rincones, todo en uno.

La mezcla de hierro y cristal es armoniosa. Si le sumamos a todo ello su ubicación en una orilla del pequeño estanque, que hace de perfecto espejo, ya tenemos un lugar encantador en pleno centro de Madrid.

Concebido como un invernadero-estufa que sirvió de pabellón para albergar una gran muestra de plantas exóticas traídas de Filipinas, cuando aún era colonia española.

No debes perderte la visita a este palacio, el lugar más bello de este paseo. Es imprescindible visitarlo. Emergiendo dentro de una espesa arbolada y frente a un lago artificial. Esta particular edificación, claro ejemplo de la arquitectura metálica española, aparece majestuosa con el brillo particular que reflejan los cristales. Una vez atravesada la escalinata de acceso, nos encontramos dentro de la nave principal con su inmensa cúpula de casi 23 metros de altura que nos remite a un gran invernadero, efectivamente, tal fue su finalidad cuando en 1887 fue construido para albergar una exposición de flora tropical.