Moderno hotel en una tranquila zona
Es realmente chocante encontrarte en la carretera de acceso al pueblo, que solo cuenta con un puñado de habitantes, una impecable cancha de pádel.
El hotel ocupa una casa rural del siglo XVII, totalmente reformada y remodelada para conseguir 14 habitaciones con su baño y la zona de spa.
Se ha puesto interés en conseguir una decoración moderna y funcional, y en agradar a la clientela, gran parte de ella esquiadores de la estación de Valdelinares en temporada.
Tiene alguna deficiencia, como haber ubicado la zona de spa en frente de la recepción, cosa que te obliga a pasar chorreante de la piscina por delante del mostrador y los clientes, o la temperatura gélida de la piscina. También la calidad del embutido del desayuno es mejorable, estamos en zona de jamón de Teruel y hay que ofrecerlo.