Salzburgo es una ciudad excesiva,...
Salzburgo es una ciudad excesiva, barroca, engreída y monumental como pocas… ¡lo cual es una maravilla!
Por eso, las familias reales han elegido siempre esta ciudad como sede sus palacios y así “equilibrar” un poco su propia magnificencia con la imagen totalitaria de los benedictinos en la ciudad, su ciudad.
El Palacio de Mirabell es el más importante de ellos y, posiblemente, el más bonito de todos. Sus jardines, constantemente cuidados por los equipos del Ayuntamiento, cambian su flora y geometría según la estación del año. En su interior, en el “salón de mármol” se interpretan más de 200 conciertos de música clásica.
Su laberinto, el jardín de los gnomos y su teatro al aire libre nos sirven para imaginar la idílica vida que recorría este lugar donde la nobleza guardaba a sus familias lejos de las hipocresías y corrupciones políticas. Y en Salzburgo se puede ver ese doble rasero del poder en cada esquina de la ciudad-museo.
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