Palacio de Golestán

Uno de los muchos y suntuosos complejos palaciegos de Teherán en este caso de los Sahs de la dinastía Kayar de los siglos XVI al XX quienes lo construye siendo también utilizado por los Pahlevi. Es patrimonio de la Humanidad y se ubica en El Siendo de los monumentos más antiguos de la ciudad.
Múltiples salas con la decoración y la simbología del poder de la tradición persa. Orgía de esculturas, vajillas, sala del trono y artes suntuarias añadiendo a los motivos y elementos persas, otros europeos, rusos y chinos: lo mejor de cada casa. Si te va el turismo "de Palacios" te vas a empachar y si te va el "dorado y los brillos" ración doble, (cuidado con las pupilas).

Este palacio era la antigua residencia de la dinastía Kayar (1785-1925). Posee diferentes edificios que datan de diferentes épocas, siendo el primero construido en el siglo XVI.
Cada dependencia tiene una entrada diferente y hay que pagar por cada una de ellas. Su visita bien merece un par de horas de tranquilidad y si no a todos las edificaciones, sí al menos el Emârat-e bâdgir.
Entre los años 1925 y 1945 varios edificios del palacio fueron destruidos bajo las órdenes del Shah Reza para no impedir el crecimiento de la ciudad moderna, y en su ánimo de modernismo y occidentalización, construyeron

El Palacio de Golestan es una visita obligada en Teherán, fue una de las residencias de la dinastía Qajares durante más de 200 años.La UNESCO lo declaró en 2013 Patrimonio de la Humanidad, sin duda por ser un sitio de esos que atrapan con su magia. No es un solo palacio, sino que es un complejo palaciego, muestra de la opulencia y el poder de los sahs iraníes. Además, puedes ver cosas tan sorprendentes como el Trono de Mármol o el Rincón de Karim Jan.
Dentro del recinto hay varios edificios y muchos de ellos son además museos. Pocos turistas tienen la suerte de ir y todos los palacios estén abiertos.