Pienza ciudad renacentista por deseo papal
Las órdenes de Pío II eran tajantes: «Construir una ciudad a la medida del hombre», pero, adosada a esta frase había otra, no dicha, no conocida, pero por todos reconocida: «en la que la mano de Dios esté presente». Y el arquitecto – Bernardo Di Mateo Gambardelli, a la vez que discípulo de León Battista Alberti, - supo entender que su mentor, hijo del aquel entonces pueblo de Corsignano quería posteridad y devoción, futuro y tradición. Así, supo entender que la catedral -símbolo visible de la idea religiosa debía - denotar los cambios arquitectónicos
renacentista, y con ellos, los consecuentes cánones de belleza; sin embargo, la catedral debía dar muestras de la devoción mariana que impregnaba la ideología religiosa de Pío II, y para ello Di Mateo recurrió al pasado, al pasado más orotoxo, representado por el estilo gótico germánico, de rancio abolengo con unos cánones estéticos opuestos a los del Renacimiento, pero Di Mateo sacó la prueba con una nota alta. Sólo hay que verlo.
En resumen, Pienza, ciudad paradigmática del renacentismo de Pío II es visita obligada en cualquier recorrido por la Toscana. Sólo al verla, en la distancia, viniendo de Monte Pulciano, atisba ya unos estertores diferentes en la ciudad.
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