Diana Patricia Montemayor Flores
¡Cierren las puertas señores!
Con la algarabía propia de las peleas de gallos en los pueblos mexicanos, esta construcción, al estilo de anfiteatro romano muestra hoy todo su esplendor.
Aunque no es el original, su conservación es admirable. La última fecha de su modificación data de principios de 1900. En este lugar se llevaron a cabo cientos de peleas de gallos que fueron la excitación de sus habitantes. Aqui se ganaron y perdieron fortunas; aquí se soñó con riqueza y se lloraron la pérdidas.
No solo su construcción es hermosa, la acústica es impresionante. Por estos motivos se realizan variadas actividades culturales y sociales.
La entrada a este sitio es libre, se encuentra en excelentes condiciones; vale la pena conocerlo.
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