Cristina E Lozano
No pasan desapercibidas
Una de las cosas que no te pasará desapercibida si visitas de día la Plaza Mayor o Rynek Glowny es que la zona está llena de palomas, con independencia de la estación. Mucho cuidado porque no es animal todo lo que parece.
Cuenta la tradición, estas grises ratas del aire fueron una vez caballeros que formaron parte del ejército del príncipe Enrique IV el Probo, un temerario noble original de Wroclaw (antigua Breslavia) que quiso reinar sobre la ciudad de Cracovia.
Por lo visto tanto ansiaba el hombre el trono que acabó haciendo un pacto con la bruja Marckanna y, el resultado, aún
Revolotea en forma de paloma pues el engañoso trato dio como resultado la transformación de todos sus soldados en, ¡palomas! Palomas que se quedaron volando en esta plaza, muy cerca del castillo del que fuera su señor, porque, según dicen las Leyendas de Cracovia de Anna Majorczyk, esperan que su príncipe rompa el encantamiento y vuelva a rescatarles algún día.
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